Tú, pretérito perfecto simple

#np Extrema debilidad - Supersubmarina.

Dijimos que veríamos muchos atardeceres juntos, que contaríamos miles de estrellas como cicatrices perpetuas e intermitentes en el cielo, que aquel atardecer no sería el último.
Recuerdo prometer que aquella felicidad estúpida y repentina duraría tanto como nos propusiésemos durar nosotros, como el navegante y el faro de la isla que se necesitan continuamente.
Aquella tarde en la que pasó todo y a la vez nada, aquel momento en el que fuimos una única persona en dos cuerpos, aquel momento inolvidable e irrepetible (que por lo menos me hace saber que te guste o no vas a recordarme aunque sea levemente siempre), aquel momento también estuvimos seguros de que lo repetiríamos.
Recuerdo querer repetir aquella sensación todos los días de mi vida, o aunque fuese unos meses más, que contigo hubiesen contado como una vida entera, diferente a la que tenia antes de conocerte y diferente a la que tengo después de ti. Tan diferente la vida que me dabas tú que hasta los cafés me saben amargos y ya no se me queda el azúcar en los labios.
Dijimos que haríamos tantas cosas, que soñaríamos juntos tantas veces, fuimos tan transparentes, llegamos a confiar tanto, fue una operación a corazón abierto.
Ahora simplemente son verbos en pasado, en un pasado cerrado, que nunca volverá a tener su momento, que nunca volverá a tener un presente, que nos quedamos con la miel en los labios pero sin labios, quiero decir, sin azúcar en los labios, sin cosas que prometernos. Ya me entiendes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda a las ganas

El duelo sin fin

Cartas en prosa: I