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Mostrando entradas de junio, 2017

Verano

verano, dos esposas que se rompen, alas que brotan y liberan cadenas, islas que se separan mientras nacen volcanes, aves que vuelan al norte y no volverán a encontrarse, verano lo que tú separas no lo separa nadie, rutinas que se marchitan para aflorar planes imprevistos, miedo en las alturas en las que todo parecen precipicios, escribir finales, narrar principios, decepciones amargas con sabor agridulce, sorpresas con más miel que en los labios, despedidas a medias, y medidas desmedidas que predicen las caídas, y arden por los costados incendios de verso y rima, por lo que puedas depararme voy a ir con cautela, solo espero que el verano no me haga echar de menos las cadenas .

Gracias

Ya solo queda dar las gracias, porque si no fuese por ti no podría superarte, tú me has hecho independiente, a base de ignorarme, gracias a ti he conseguido aprender a vivir en soledad, porque nunca has estado cuando necesitaba dejar de sentirme sola, de hecho te vas cuando más sola me siento, pero otra vez solo puedo agradecertelo, porque me estás enseñando que no te necesito para salir de esto, que yo sola (o con quien quiera ayudarme) voy a poder con todo, tu forma de estar sin estar realmente me ha ayudado más que perjudicado, en momentos puntuales llegó a doler mucho, pero solo fueron las 100 primeras veces, las otras 100 restantes me fui haciendo fuerte, también me queda agradecer lo bajas que has puesto mis expectativas, cualquiera que se pare solo a escucharme, ya me hará sentir bien, ahora voy a valorar cada detalle porque no espero que nadie lo tenga, sé que habrá gente ahí fuera que se pare a preguntarme cómo estoy cuando me vea mal, y entonces sentiré que

Sin reproches

nunca te he escrito sin reproches, porque ni siquiera me atrevo a que me leas, porque es más fácil exigir cambios, que asumir consecuencias, porque los sentimientos si se sienten siempre suenan fuertes, y nunca queremos que salgan por la boca, pero supuran versos mis vasos, y por una vez voy a darme libre albedrío, porque cuando escribo entro en un mundo paralelo, y aquí no existe el miedo, el miedo a ser verso, y querer sin desmesura, que la intensidad de los sentimientos aquí se triplica, y el vórtice de escalofríos acompasa melodías, que entre bajo y bajo se me olvidan las medidas, y no hay reglas cuando la tinta chilla, y por eso hoy siento todo hasta los límites, hasta que se desborde, hoy hasta el aire es poesía, y te convierto en todo lo que escribo, hoy todo tu cuerpo son metáforas, y cada vez que sonrías van a rimar los versos, porque eres literatura viva, eres la magia del poeta atormentado, porque contigo el jazmín

Jaque mate

Y ojalá creas en ti casi tanto como yo lo hago, dice Día Sexto. Aunque perfectamente podría decirlo yo. Siendo el 13 rojo, la baraja trucada, el dado con contrapeso, y aún así sigo apostando por ti. Porque sí, porque me prometo que la balanza puede torcerse, porque yo creo en ti. Porque todos tropezamos, todos cometemos errores, todos tenemos derecho a la revancha, o al menos a intentar lucharla. Y poco a poco voy entrando allí donde no me dejabas entrar, allí donde solíamos gritar, como dicen Love of Lesbian. Y de repente tus muros parecen endebles, las murallas se te agrietan por los poros, la coraza se te quiebra. Solo por un segundo, pero el suficiente para ver que dentro hay un humano. No sé cuántas personas se habrán parado a picar ladrillo de tus muros, cuántas habrán estado sentadas escuchando y a la vez luchando porque les abrieses al menos los cerrojos, no sé cuánta gente habrá conseguido entrar antes ni cuánta entrará después, tampoco me importa. Solo sé que yo estoy ahí,