Tú ganas mis ganas
juraría que sin ser de nadie siempre somos de algo somos de un susurro que no se dice pero se piensa somos de unas caricias que nos ponen los pelos de punta somos de las ganas de besar que se quedan en pensamientos libres, sin ser de nadie más que de nosotros mismos y siendo así más nuestros que de ninguna persona aun así tenemos nuestras debilidades seguimos siendo esclavos de aquello que deseamos dar y no damos dueños de la decisión de esconder nuestros arrebatos pero esclavos de cada uno de ellos artífices del silencio de los pecados que no se cumplen y víctimas de los besos que no nos estamos dando