Post mortem

las 5 a.m
no sé si acostarme o dar los buenos días
llevo tantas horas en vela que se me olvida qué día es en el calendario
aún así algo me dice que es un día que me va a costar olvidar
abro la ventana y el azul oscuro invade mis retinas
una brisa de aire entra rozando todo mi cuerpo
y me recuerda a cuando eso lo hacía otra persona
saco la libreta y me pongo a pensar en lo difícil que es querer
simplemente das todo, te esfuerzas al máximo, y nunca pierdes la esperanza de que sea completamente mutuo
es como darle a alguien la capacidad de poder romperte en mil pedazos esperando que lo único que haga sea quererte de vuelta
aunque sea menos, aunque sea flojo, sin hacer ruido
sin embargo llega alguien y con un soplo apaga tus velas para dejarte en la oscuridad
y entonces te das cuenta de que siempre ha sido asi
querer sin que te quieran, esperar sin esperanza
pero solo es una noche más
y volverás a pasar por el mismo sufrimiento una y otra vez
hoy no es buen día para creer en finales felices...

son las 6 a.m
sigo escribiendo
fuera solo hay sombras
no me fío de las que no se de dónde vienen
en un horizonte gris solo puedo ver borrones
que entre el humo del cigarro
y la niebla del ambiente
solían ser estrellas y ahora están difuminadas
sigo buscando un rayo de luz entre tanta oscuridad
y tanta mala racha encadenada
al final va a hacer que quiera apagar mi linterna

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