Lluvia y granizo

Abro los ojos como quien lleva años sin ver llover y encuentro mi premio, que se esconde entre una sonrisa tímida y una mirada de pena que intenta ganarme y ojalá se quedara en el intento.
Todo vuelve a pasar como un trueno que se repite y no sé si quiero ver llegar la tormenta.
Como si lloviese intento refugiarme y lo más cercano que encuentro y que reconozco como "acogedor" son tus brazos, que son más hogar que aquel en el que vivo.
Aparte escondo los paragüas, que si nos mojamos al menos luego podremos compartir toalla.
Por decimoquinta vez me salvas mirándome fijamente, y es que no conozco nada que me haga sentirme mejor que poder reconocer tu sonrisa.
Y todo se pasa, no oigo la lluvia golpeando el tejado, ni truenos ni relámpagos, solo oigo un tic tac que no marca el tiempo, sino los latidos de un corazón que últimamente necesito mucho más que el mío.

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