Melancolía 90-60-90

en la oscuridad de una noche estrellada brillan las luces de un bar de mala muerte
y vuelvo a maldecir mi suerte,
sentada en la barra acaricio la copa
con unos tacones de vértigo y un vestido negro se sienta a mi lado
con sus manos me toca los hombros y me acoge en su seno
"¡hombre Melancolía! cuánto hacía que no te veía"
como siempre silenciosa me sonríe
y brilla blanca como si hubiese hecho un pacto con la luna
pero Melancolía no es tan solitaria
cada noche va a una casa y al día siguiente hace como que se va pero sigue encarcelada
me pregunto si ella no está enamorada como los clientes a los que visita cada noche
ella que hace que recordemos todo lo que nos hacía felices
me pregunto si ella fue feliz alguna vez,
pero nadie puede hacer nada con ella que no sea sentirla y ella no tiene dueño
corre libre entre amaneceres y va de persona en persona
si se queda contigo más de cinco noches seguidas es mal presagio
porque quien no supera la Melancolía
no encontrará en la vida ningún atajo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda a las ganas

El duelo sin fin

Cartas en prosa: I