Las infinitas caras de una moneda


insegura, estúpida, ecuánime,
espontánea, directa, dañina,
ingenua, rebelde, vivaz,

la va meciendo el viento y como hoja de otoño se sabe de dónde viene,
pero nadie sabe a dónde irá

alegre, torpe, inquieta,
triste, calmada, hábil,
estricta, honesta, egoísta,

lo es todo a la vez y todo se escapa de su control, 
no puede salir y solo siente que le falta el amor

nostalgia, pesadillas, café ardiendo
soledad, amargura existencial, dos sobres de azúcar
"ponme un malestar para dos"

si algo le atormentase al menos sabría el foco del dolor,
pero cuando por doler ya ni le duele la existencia todo se tiñe de gris,
tiene miedo de vivir sin metas que alcanzar,
y cuando las alcanza borra el camino que ha trazado al andar

las huellas que deja con sus pies cada vez se hacen más grandes,
y no encuentra pasos a los que seguir,
nacen muros entorno a ella,
y por mucho que lo intente, no logrará salir

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