¡Tú la llevas!

dicen que siempre tenemos que ser un poco niños,
un poco infantiles,
a veces esa parte infantil es un lugar,
un lugar en el que nos sentimos pequeños,
o a veces es una persona,
una persona que nos hace llorar de risa nos hace más jóvenes,
más felices, más niños
igual que el hogar,
para algunos su hogar es su casa,
o su zona de comfort,
para otros su hogar es alguien,
unos brazos que se abren a modo de puerta,
unos ojos que son ventana con vistas a los mejores momentos vividos,
un pecho que late a modo de chimenea para calentar las peores noches,
como cuando jugábamos al pillapilla y gritábamos: ¡casa!
algunas personas son casa,
y cuando llegamos a ellas entramos en tiempo muerto,
y nadie puede pillarnos,
nadie puede hacernos daño si estamos en casa

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