No le dije nada

le dije que quería ser su luz entre la niebla
que usaría de escudo mi coraza para librarle de sus peores temores
le prometí que guardaría cada palabra como si una aguja me hubiese pinchado el corazón
si tenía interferencias con el mundo yo arreglaría sus problemas
le tenía dicho que no dejase la ventana abierta que se escapaban los gemidos
que si pensaba cerrar una puerta fuese para abrir otra más grande
le dije que soñase, que yo custodiaba sus sueños
que si alguien le hacía llorar yo reuniría sus lágrimas en un frasco para cuando la sed llegase a nuestras vidas
le grité que no me gritase que iba a despertar a mis demonios
siempre me hizo caso cuando soñé despierta con hacer un castillo con palillos
nunca juzgó nada que saliese por mi boca y menos si acababa pegada a la suya
de verdad que le juré que iba a colarme entre sus sábanas en cuanto tuviese una pesadilla
el problema es que ahora ni siquiera puedo decirle nada
no puedo decirle que mire bien los escalones antes de tropezarse
ojalá pudiese decirle que todo esto se lo quería decir en voz alta

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