Alguien

nunca supe reflejarme
no encontré un espejo que pudiese contenerme
no me fijaba en los carteles
podía ver pisadas pero nunca las seguía
bebí vasos medio llenos y los vi medio vacíos
perdí la esperanza que es la última que se pierde
me perdí yo primero
guardé sitios para gente que nunca volvió a sentarse
esperé en paradas por las que no pasaron autobuses
me asomé a balcones sin barandilla de seguridad
rompí cristales y los trozos se hicieron polvo
pude vendar mis puños para que el dolor fuese más leve
lloré de rabia
escondí algo que quería sentir
y empecé a ser lo que debía ser
pero todo es distinto ahora
ahora que sé que soy humana y me permito caer
que puede que me tropiece pero sé levantarme
ahora que no oígo el rechazo
tal vez sea porque ahora me escucho a mí misma
y tal vez influye que ahora alguien quiere escucharme

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda a las ganas

Cortocircuito

El duelo sin fin