Acción reacción

Nos deshumanizamos cada vez que nos prohibimos reaccionar ante un estímulo.

Cada acción tiene mil posibles reacciones, pero nos prohibimos sentir la mitad de ellas. Pensamos: lo correcto ahora mismo es sentir esto, es lo que debo. No niego que haya una reacción correcta, siempre hay una que es la mejor, ya sea porque nos deja más tranquilos, porque es la mejor moralmente hablando, o porque no vale la pena reaccionar de otra manera. Lo que creo que no deberíamos negarnos es el estar confusos, queremos tenerlo todo claro, tomar decisiones, que todo siga un patrón, que no haya cabos sueltos. De camino a esa reacción correcta, nos negamos sentimientos que tenemos solo por el hecho de ser humanos. No nos dejamos llorar, no nos dejamos sufrir mínimamente y en controladas dosis para liberar el nudo interno de hacer siempre lo establecido, no nos dejamos ser humanos. Pensamos que dudar significa no tener claro otras muchas cosas, o que si dudamos todo va mal, pero solo son momentos de flaqueza, de tembleque, son reacciones lógicas a lo que nos cambia lo que ya teníamos colocado de antemano. No creo que dudar sea malo, no creo que enfadarnos cuando algo se interpone nos haga menos que los que no se dejan sentir todo el espectro de sentimientos posibles.

Tengo claros los pilares de mi vida, tengo claro lo que quiero, lo que tengo, y lo que solo está tanteando mis muros pero no dejará marca, y por eso, y con todo bajo control, hoy me dejaré gritar porque para algo tengo voz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda a las ganas

En el umbral

Cortocircuito