Eclipse caótico

Hoy se puede decir que he aprendido,
sí, que estoy aprendiendo,
que las paredes de hielo también pueden calentar un corazón dentro,
y lo siento poco a poco,
pero no lo siento lento,

lo que provocas dentro de estas trincheras no conoce adjetivos,
me arañas con cada canción,
me rozas con cada armónico,
leve como el puro viento,
que no arrastra más que el capricho del deseo,
y un cuerpo en verso de rima anárquica
se arrodilla ante tu sonrisa,
tu verde tu blanco tus dientes de marfil.

A veces solo queda el silencio mudo que da las gracias,
por abrazar mi rebeldía,
y rendirte ante mi alma desnuda,
tú que dices que la tengo de artista,
pero quién podría no serlo después de colisionar contigo,

solo queda leerte un poema caótico,
repetir unos versos de cántico,
y abrirte la puerta trasera pidiendo que no hagas mucho ruido,
que los últimos pasaron desapercibidos,
pero que yo quiero que te escuches conmigo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda a las ganas

Cortocircuito

El duelo sin fin