Grietas

Frágil y quebradiza me agrieto,
me rompo, me tropiezo,
me resbalo entre los pavimentos,
me desangro,
me quedo sin aliento,

soy cera que se está derritiendo,
una figura escondida en un cajón al fondo de una herrería abandonada,
y los hierros oxidados me atraviesan como si fuera de lino,
me rajan, me parten en dos,

hecha trizas en el suelo pido tregua,
ante un dios sordo e incoloro que no da señales de vida,
de un alma muerta a otra le imploro clemencia,
respirar, coger aire, limpiar mis pulmones,
mientras no me oye le maldigo,
porque si existe me odia,
y si no lo hace no me queda nadie a quien culpar de mi infortunio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda a las ganas

En el umbral

Cortocircuito