En el umbral

No tolero las mentiras piadosas,

no encuentro ninguna piedad en mentir,

no me importa el contexto,

ni me convencen los atajos que llevan a un lugar al que puedes llegar sin ellos,


Para mí la intuición es el motor de la máquina,

y las corazonadas la gasolina,

y sin ninguna base científica pero avalada por la experiencia,

creo a pies juntillas en que todo lo sé antes de que pase.


La comparación física, mental, de validez de uno mismo con otros,

crea un entramado de agujas en pecho, estómago y cabeza,

donde fácilmente alguien con más poder,

puede atar unos hilos y moverte a su gusto.


Hasta dónde puede llegar la vulnerabilidad para no sentirse como una derrota de la autoprotección a la que debemos atarnos para no morir en el intento,

cuántas capas de escudo puede generar un cuerpo que ya se ha roto anteriormente,


Tengo luchas internas donde no consigo vislumbrar a los participantes,

y dudo de cada argumento que propongo,

no sé si lo erróneo es lo antiguo de dentro o lo nuevo de fuera,

y de repente todo se vuelve una carretera llena de niebla,


"Ahora en esta hora inocente, yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada" - Alejandra Pizarnik

 

Hasta dónde puede llegar la vulnerabilidad para no sentir una derrota del ser,

cuánta vulnerabilidad aguanta un cuerpo frágil antes de sacar el escudo,

cuántas capas de escudo puede generar un cuerpo que ya se ha roto anteriormente,

y cómo conseguir que ese escudo no se convierta en huida, frio, soledad.

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