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Muda

A veces no salen las palabras, y se esconden entre piedras y asfalto, no saben cómo salir entre tanto polvo, a veces les entra luz por las grietas del muro, y se aferran fuertes para intentar respirar, para agarrarse y subir a la superficie, a veces solo quieren brotar. Están asustadas, cabizbajas no son capaces de trepar, no son capaces de llegar al papel que las anhela, que las necesita y desespera, saben que no tienen final. A veces pasa que aparece algo superior a todo lo descriptible, que nos inunda los recovecos y nos tapa los poros de la piel, que nos llena todos los huecos y nos moja los labios con miel, y las estrofas no consiguen escalar, no pueden ascender hasta llegar a ser, y llenas de polvo no se pueden leer. Pasa que a veces queremos, tanto que no se puede acotar, pasa que cuando queremos de verdad, se sale por los bordes, y no se puede explicar.

Para siempre

Me guardaré todo lo que pueda, atraparé el último soplo de brisa, y acariciaré sus aristas antes de que lo haga el viento, seré más veloz que el agua que le moje, y me deslizaré por su piel antes de que se resbale la arena, me tumbaré en el hueco que hace su pecho, y encajaré perfectamente, rozaré cada vello que se le erice, y susurraré todos los silencios en los que me haga enmudecer, temblaré cada latido que se acople con el suyo, crearemos todo en lo que creamos, y seré capaz de levitar por los cables entre dos tejados, no dejaré nada por sentado y nos tumbaremos, seremos lo que nunca hemos dejado de sernos, me sonarás, nos soñaremos.

Éxito

Me paso la vida evitándolo, sabiendo que si lo encuentro no querré soltarlo, que si lo consigo me soltará él a mí, hasta caer en lo más oscuro de un pozo, hasta llegar al límite y tocar fondo, sé que podría llegar a tenerlo, y a veces lo rozo, lo siento en el paladar y lo escupo, tirando a la basura otro ensayo que podría llegar a ser la llave, pero no quiero abrir un cofre que me ha sido entregado sin esfuerzo, ni siquiera quiero el premio, a veces ya no sé si por orgullo, y otras veces ya no sé si es por miedo, a estas alturas lo más humilde sería vencerme al éxito... pero eso sería fracasar en todo lo demás, que tiene mucho menos mérito.

Grietas

Frágil y quebradiza me agrieto, me rompo, me tropiezo, me resbalo entre los pavimentos, me desangro, me quedo sin aliento, soy cera que se está derritiendo, una figura escondida en un cajón al fondo de una herrería abandonada, y los hierros oxidados me atraviesan como si fuera de lino, me rajan, me parten en dos, hecha trizas en el suelo pido tregua, ante un dios sordo e incoloro que no da señales de vida, de un alma muerta a otra le imploro clemencia, respirar, coger aire, limpiar mis pulmones, mientras no me oye le maldigo, porque si existe me odia, y si no lo hace no me queda nadie a quien culpar de mi infortunio.

Nómada

Al alba se escapa un suspiro, y me mece volando hasta el cielo, corriendo detrás se desespera, me pregunta que por qué me voy siempre, la pregunta sería mejor por qué no me quedo, y ni siquiera así podría resolverla, viajo a veces sin salir de ningún lugar concreto, pero si de una vida, y en mi pasaporte se quedan nombres, fechas que recuerdo pero que se van borrando, nómada que nunca lleva maleta, porque mi vaga memoria olvida más de lo que apunta, por si acaso intento aprender algo de cada nombre, para que al menos formen parte de mi aprendizaje, y no se queden solo en un nombre, igual llega el día que de tanto aprender me canso, y consigo ser un todo que no necesite más partes, probablemente ese día me quede, o probablemente me vaya para montarlo todo en paz, y estaré más en paz conmigo misma de lo que nadie lo ha estado nunca, igual encuentro un huésped en el que sienta esa paz sin tener q...

Pasajero

Se sienta a mi lado y empieza a tararear, una canción que sin saberlo algún día me hará llorar, yo me siento más cerca y escucho, sin entorpecer su ruido mudo, cuando suelta una carcajada y deja de cantar, desearía atrapar su música en una jaula, para que saliese por las rejas, pero siempre conservar un atisbo, por si algún día se aleja, llevo horas perdida en su mirada, y ni siquiera me hace falta enfocar, él sabe que no le conocía, pero que andaba queriéndolo encontrar, solo he venido a escucharle y respetaré sus silencios por igual, pero le repito mil veces que nunca deje de cantar.

Esclava

Le chillo a mi inconsciencia, que estoy enfadada, que no quiero, que las musas no son lo primero, que lo primero es escribir o me muero, pero que no voy a darles la razón, que tengo derecho a gritarles, que no les voy a dejar pisarme el corazón, que lo que siento por la poesía es odio y amor, pero tampoco voy a tolerar que me mate de dolor, que tengo derecho a enfadarme, a gritar que merezco atención, y a quedarme callada si quiero, porque también mando yo, y si la inspiración viene a mi casa, habrá días que verá la puerta cerrada, porque a veces muero de rabia, y me agrieta el temblor, cuando quiero más a alguien, de lo que me quiero a mí misma yo.