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¿Qué tal?

Como una conversación cualquiera empezamos saludandonos, hola, hola, y me pregunta que qué tal, no sé qué es lo que debo responder, sé qué es lo que respondería si fuese sincera, y sé qué voy a responderle en realidad, "bien". Creo que nos acostumbramos a la mediocridad de la rutina, nos tiramos horas y horas sin hacer nada, tumbados en la cama gastando tiempo que no va a volver. En ese momento no nos parece tan importante, total hay muchos días, ya haré cosas productivas mañana. Pero quién sabe si mañana podrás hacerlas, o si incluso va a haber un mañana. Vivimos en una absurda zona de confort en la que nos conformamos con cualquier idiotez. Hacemos planes iguales todos los días, gastamos tipo haciendo cosas que no queremos estar haciendo en ese momento, en vez de cumplir cada deseo que tenemos en mente. Pienso que tiene que haber mucho más que esto, que no quiero seguir malgastando tiempo de mi v...

Si no fuésemos tú y yo

Me mece esta soledad en sus brazos y yo me dejo mecer mirando cómo pasan las horas y deseando volverte a ver Que ahora la lluvia cae y no moja si empapados ya estamos a qué vamos a tenerle miedo si vivimos con los ojos cerrados Y suena una leve música en mis oídos que me susurra hasta el orgasmo haciendo el amor con tus palabras llego en el momento exacto Pero me encierra la realidad que es mucho más fría si yo pudiese cambiarla cuánto me querrías Y en esta noche oscura todo lo que escribo es bruma y con todo en contra y mi miedo como escolta dejaré brillar la luna

Oleaje

brisa ensordecedora que mata callando, ruido de veleros por el mar de tus caderas, viento silencioso con presunción de huracán, nubes de vapor meciendo a la luna, una nana suena en el fondo de una concha, y una piedra está besando al oleaje, dos enamorados juegan en la arena, la espuma de las olas rozando las puntas de su pelo, y cierran los ojos para no despertar del sueño, gaviotas buscan refugio en el aire, y migas de pan juegan a esconderse, sendero de montaña hace desembocar un rio, y entre afluentes se deslizan los peces, árboles abrazan con sus ramas a la brisa del viento, y tú vuelves a romperme los castillos de arena.

Alzando la voz

mamá me he enamorado he encontrado mi edén tras las barricadas y las pancartas gritando: que les den! he encontrado la fuerza que tenia escondida y la uso para alzar la voz contra opresiones mi lugar está allá donde haya que defender una causa y lucharé hasta acabar con los opresores he encontrado mi hueco en el mundo y se esconde entre cientos de personas con los mismos ideales que yo quiero hacer ruido contra el sistema y que me oigan los de fuera por fin siento que pertenezco a un lugar y ese lugar es tantas personas como quieran chillar mamá me he enamorado de la revolución me enseña valores que ahora enseño yo y me abre los ojos para atar cabos en este estado matador estoy en contra de esas cosas que me inculcan desde pequeña porque no son más que ideas de corta y pega nos adoctrinan en la competición pero las cosas cambian ya no competimos ahora se unen nuestros gritos cánticos repetimos en masa ...

Inframundo interior

lo que me gustaba de él era lo de dentro, después de unas cuantas puertas, con sus respectivos candados, tenía un gran mundo interior, acogedor, reguardado y limpio, como si poca gente entrase en él, una estanteria llena de libros, alguno de Salem, y unas cuantas poesías subidas de tono, música instrumental y una guitarra, partituras manchadas con café y tazas vacías, un sofá para dos en el que yo no cabía, y una mesa con una pata coja, una alfombra de pelo, y un gato negro y blanco que maullaba, ruido de fondo y una cabeza pensante, fotos con amigos y amigos interesantes, me sentaba allí al fuego de la chimenea, y me quedaba dormida noches y noches, retumbaba en aquella cálida estancia cada palabra que me decía, me guardé un te quiero, porque aquel día supe que no volvería.

Oda al dolor del último adiós

De él recuerdo tantas cosas, dolor rompiendo mis entrañas, punzadas en mi pecho, frío bajo las mantas Recuerdo gritos, llorar hasta el amanecer, salir corriendo de tantos sitios, el primer consuelo Recuerdo heridas, cicatrices con sal, portazos en mi habitación, alarmas de incendios Recuerdo la primera despedida, los gritos de auxilio, herirme a mí misma, volver a intentarlo Recuerdo cuando volviste, las palabras bonitas, abrir los ojos, la cruda realidad Más gritos sordos, impotencia, rabia y tensión miedo, soledad y dolor mentiras, pasión y el último adiós

Despegue

giré el casette y volvió a sonar tu voz bastante familiar pero menos cercana ya no noté las espinas que antes me pinchaban no había dolor al oir tu nombre ya no dolía tu recuerdo como estacas y aunque te llevo dentro de la piel ya no quema a tu fuego soy ya tan resistente como el agua que me pare ahora quien pueda que sin ti ahogándome el alma ya no me quedan cadenas que si antes me creia libre es porque no conocia esta libertad porque de la esclavitud física te puedes librar pero ser esclavo mentalmente duele más y ahora que no hay alianza ni anillo de metal ni el más caro de los oros podrá comprar mi libertad que ahora que no te necesito como oxigeno en las venas podrías intentar cortarme, la piel se regenera sin ti tirando de la cuerda ya no hay nudos ni tengo que tensar el hilo para recordar el camino qué bien se está si no es contigo y qué liberada me siento cuando tú no eres testigo